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Suenan canciones en nuestras cabezas, de ahora, de ayer y de mañana, canciones que estarán siempre, como nuestros recuerdos por mucho que la enfermedad del olvido pueda aparecer. Vamos componiendo nuestros archivos y montando nuestras películas a la vez que nuestra vida va recogiendo día a día todo aquello de lo que quiere empaparse y aprender.

Algunas quejas se han roto en pedazos y otras comienzan a acercarse... ¿Echar de menos? Muchas cosas es la respuesta correcta y a muchas personas la más acertada. Y aquí estoy, intentando cambiar el mundo sólo porque tú abandonaste la labor, pero no importa, sólo no se está mal siempre que estés conmigo...

Y aprovecho las pequeñas cosas, las cosas que menos importancia tienen, y disfrazado o desnudo viajo por mi mismo, por mis recuerdos, por mis momentos, por ti y por todos mis compañeros, por ti primero. Esas cosas que nunca valoré tanto, esas cosas insignificantes en las que nunca me fijé, esas cosas que siempre estuvieron ahí y que ahora descubro.

Y sigo, sigo sumando horas aquí, horas que no cambio por nada, o por todo, según el día, pero horas llenas en todo momento y acompañado de una forma maravillosa, horas, horas, horas...