Idas y revueltas
Risa explotando en la cueva del cante profundo con estridente acompañamiento de taconeo y reducción de presencias ajenas al círculo.
Las piedras de sus calles hinchan las veredas cuesta arriba y embellecen las noches de suspiros, sorpresas y quejidos sin pesar en alma alguna.
Todo el tiempo que corrió a caudales vuelve hoy y volverá mañana saliendo a nuestro paso cargando heridas mal curadas desapercibidas antes.
Vuelve también tú, gitano, a alumbrar mis pasos yendo a escuchar tu lamento eterno que la gana me salta encima para perderme por tus plazas y esquinas.
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